El COEV solicita, a través del CGE, que el Ministerio de Universidades y el de Sanidad expliquen la complejidad de las preguntas planteadas, los fallos de redacción y faltas de ortografía, y el hecho de que estas cuestiones estuvieran bastante alejadas de lo que es en realidad el día a día y el objeto de la evaluación.

Y que aclaren la filtración de un vídeo y fotos del texto del examen de la primera hora que se ‘viralizó’ al circular entre las aplicaciones de mensajería móvil.

De momento, de la irregularidad ha tenido constancia el propio Ministerio de Universidades, pero el departamento que dirige Manuel Castells no las considera las incidencias relevantes para invalidar toda la prueba.

    Tras la publicación de las plantillas provisionales de respuestas de la prueba extraordinaria de acceso al título de especialista de Enfermería Familiar y Comunitaria, celebrada el pasado sábado 11 de diciembre, y ante las quejas de algunos aspirantes que consideran que, en ciertos casos, se vulneraron los principios de confidencialidad, imparcialidad y equidad del proceso, desde el Colegio Oficial de Enfermería de Valencia (COEV) se solicita, a través del trámite iniciado por el Consejo General de Enfermería (CGE), una investigación exhaustiva por parte del Ministerio de Universidades para que concrete lo ocurrido y depure, si procede, todas responsabilidades.

    El COEV pone a disposición de las/os colegiadas/os su asesoría jurídica y la de toda la Organización Colegial para analizar en qué términos se realizaron las pruebas, la complejidad de las preguntas planteadas, los fallos de redacción y faltas de ortografía, y el hecho de que estas cuestiones estuvieran bastante alejadas de lo que es en realidad el día a día y el objeto de la evaluación, que no era otro que el de la competencia en el ámbito de la Enfermería familiar y comunitaria.

    De igual modo, según denuncian enfermeras/os que se sometieron al examen, se advirtieron numerosos problemas relacionados con la conexión y el soporte técnico durante la prueba. Aunque al principal escollo al que se enfrentan las/os aspirantes fue la filtración de un vídeo y fotos del texto del examen de la primera hora que se ‘viralizó’ al circular entre las aplicaciones de mensajería móvil y que, según aspirantes, resultó ser casi idéntico al del segundo y del tercer turno. Una picaresca que permitió a los aspirantes de sendas convocatorias poder compartir y consultar las respuestas antes de la prueba, generando un agravio para sus compañeros del primer turno que se enfrentaron a las preguntas por primera vez.

    Se debe recordar que examen se celebró en la modalidad ‘online’ y los alumnos se distribuyeron en tres turnos. De esta forma, unos eran convocados a las 8.30, otros a las 12.00 y, por último, a las 16.00 horas. La prueba contaba con una primera parte de 100 preguntas y otra de 5 casos clínicos que debían resolverse en tres horas.

    De momento, de la irregularidad ha tenido constancia el propio Ministerio de Universidades, pero el departamento que dirige Manuel Castells no las considera las incidencias relevantes para invalidar toda la prueba. Según han confirmado fuentes del Ministerio a diferentes medios de comunicación, "la comisión evaluadora" del examen está realizando las "investigaciones necesarias" y, en cuanto se identifique al autor o autores del fraude, "se tomarán las medidas pertinentes", pero descarta una invalidación masiva de los exámenes.

    Desde el departamento de Castells se expone: "obviamente no pueden verse perjudicadas el resto de las personas que han estado esperando 10 años para la realización del examen". En este sentido, y a criterio del Ministerio de Universidades el examen, la prueba "tiene total validez". Hay que recordar que, en este examen, están implicados conjuntamente los ministerios de Universidades y Sanidad.