SATSE, CECOVA Y ANPE se unen para solicitar la implantación de la Enfermera Escolar en los colegios y rechazan “parches” en la atención sanitaria a los niños
Se oponen al protocolo por el que los profesores deberán administrar medicamentos a los alumnos, ya que solo los profesionales sanitarios cuentan con la formación, las competencias y la capacidad legal para ello. Solicitan a la Conselleria de Sanidad la contratación de 47 enfermeras para cubrir la asistencia sanitaria en los centros de educación especial durante todo el horario lectivo.
Valencia, 9 de septiembre de 2016.- El Sindicato de Enfermería SATSE, el Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA) y el Sindicato Independiente de Enseñanza ANPE consideran que las dos iniciativas sobre atención sanitaria en los centros educativos que ayer, 8 de septiembre, se empezaron a aplicar en los colegios públicos de la Comunidad con el inicio del curso escolar “no solucionan la problemática sobre la atención sanitaria de los niños y jóvenes en horario lectivo, sino que más bien va a ser peor el remedio que la enfermedad”.
Frente a los “arreglos” a medias y las soluciones parcheadas impuestas con prisas por la Administración, SATSE, CECOVA y ANPE han decidido iniciar un frente común para reivindicar que todos los colegios cuenten con una enfermera escolar de referencia como medida inicial, hasta conseguir en un futuro la presencia de una enfermera escolar en cada centro como ya disponen la mayoría de centros educativos concertados y privados (como siempre los políticos se dedican a que lo público sea de segunda categoría).
Para conseguir este objetivo, las citadas organizaciones están dispuestas a tomar todas las medidas de presión necesarias.
Si analizamos las medidas adoptadas por la resolución publicada consideramos que
1.- Protocolo para que los profesores administren medicamentos en los colegios ordinarios
El nuevo protocolo que deben seguir los centros educativos para atender a los alumnos con problemas de salud crónica o situaciones de urgencias, es un “parche” que no convence a estas tres organizaciones, que han defendido siempre la necesidad de una enfermera en los colegios al igual que está implantada y reconocida en países como Canadá, Estados Unidos, Reino Unido y Francia.
Tampoco convence a los profesores, a los obliga a responsabilizarse de la salud de los menores, sin que cuenten con los conocimientos y el amparo legal para ello. Obviamente, no convence a las enfermeras, a las que ningunea al no reconocer su papel fundamental en la atención y mejora de la salud de niños y jóvenes.
Y, por último y no por ello menos importante, tampoco creemos que convenza a los padres de los alumnos, ya que no da garantías de una administración correcta de la medicación.
El responsabilizar a los docentes, por mucho protocolo que exista, de la asistencia sanitaria a sus alumnos es equivalente a que las enfermeras impartan a los niños ingresados les clase de matemáticas o literatura. Una buena educación, o una buena asistencia sanitaria, deben ser realizadas por un profesional con la correspondiente carrera universitaria y que este profesional se dedique a lo que le corresponde según sus estudios. Lo demás es simplemente volver a los parches siempre con la excusa de que no hay dinero ni financiación. ¿La falta de liquidez de la Comunidad Valenciana no la sabia ya la Sra. Mónica Oltra cuando se manifestaba por la enfermera escolar antes de ocupar un cargo en el Gobierno autonómico?
2.- Enfermeras de los centros de salud para atender los colegios de Educación Especial
La segunda medida adoptada por las consellerias de Sanidad y Educación es que los 47 centros de Educación Especial de la Comunidad cuenten con una enfermera para atender a sus 3.080 alumnos, muchos de ellos con patologías severas, problemas de salud crónicos, enfermedades raras o discapacidades (epilepsias, parálisis cerebrales, problemas psico-motores graves, etc).
Hasta aquí, una medida del todo loable, de no ser porque no se va a contratar a enfermeras para este menester, sino que será una enfermera de un centro de salud cercano al colegio la que compatibilice su trabajo diario en el centro de salud con su nueva función en el colegio. En resumen, los mismos recursos humanos pero con el doble de tareas.
SATSE, CECOVA y ANPE también rechazan esta medida ya que el tiempo de permanencia de las enfermeras en los centros de educación especial –solo el 80% de los centros dispondrá de una enfermera más de cuatro horas al día- es totalmente insuficiente, puesto que estos niños continuarán expuestos en la mayor parte del horario escolar a las complicaciones derivadas de su delicado estado de salud. Igualmente, todo ello supone contar con una enfermera menos en el centro de salud, teniendo en cuenta que las plantillas de los mismos están al límite por la falta de personal.
Para las tres organizaciones, las consellerias de Sanidad y Educación han primado el ahorro y los recortes frente a asistencia sanitaria de los niños de los colegios de Educación Especial y de los usuarios de los centros de salud.
Frente a estas dos nuevas medidas, la verdadera solución pasa por implantar la figura de la enfermera escolar en los centros educativos de la Comunidad Valenciana, ya sean centros ordinarios o de Educación Especial. Las funciones de la enfermera sería dar asistencia inmediata, realizar el seguimiento de los miles de niños y niñas con enfermedades crónicas (alergias, asma, enfermedades inmuno-deficientes, tratamientos de cáncer, etc y realizar promoción de la salud (hábitos de vida saludables a edades tempranas, sexualidad, hábitos nocivos, etc), toda esta educación hará que disminuyan los embarazos no deseados, la anorexia y la bulimia, el alcoholismo y la drogadicción,…Pero esto no parece ser importante para la Administración.
Con estas políticas de parcheo no solo obtendremos un alto nivel de fracaso escolar, sino que, además, tendremos escolares desinformados en cuestiones que determinarán su salud en su época adulta y sus conocimientos para prevenir la enfermedad y, por tanto, favorecerán la disminución del gasto sanitario. Esto es hacer política de futuro, y no una política de intentar quedar bien con la sociedad cuando lo único que se consigue es no satisfacer a nadie.