09/08/2022


Sanidad publica el nuevo Protocolo de Actuación del Personal Sanitario ante la Sospecha de Sumisión Química

Sanidad publica el nuevo Protocolo de Actuación del Personal Sanitario ante la Sospecha de Sumisión Química

El texto, que incluye al personal de Enfermería en el apartado de la Conservación y Custodia de las muestras, establece que el personal de Enfermería de urgencias, encargado de la toma de muestras, almacenará en la nevera situada en la zona de Urgencias las muestras biológicas recogidas hasta su transporte conforme a la Cadena de Custodia. Además, se deberá cumplimentar, en ese momento, el formulario de cadena de custodia de muestras de sumisión química (anexo III) en el que figura las firmas del personal médico responsable y de enfermería responsable de extracción y de supervisión.

La sangre debe obtenerse en las primeras 48 horas tras el presunto delito para evitar la desaparición de la sustancia tóxica, y la toma de muestra se hará sin emplear alcohol u otro volátil como desinfectante.

    La Conselleria de Sanitat i Salut Pública acaba de remitir a todos sus departamentos de salud el nuevo Protocolo de Actuación del Personal Sanitario ante la Sospecha de Sumisión Química, que incluye los ‘pinchazos’ a los que define como un “fenómeno ha adquirido una notable relevancia por el incremento de los casos y su importante repercusión social y sanitaria”.

    Este protocolo se suma y complementa al que ya publicó Sanidad en 2019 dirigido a la atención integral, sanitaria y judicial a víctimas de agresiones sexuales de la Comunitat Valenciana. En el documento, de veinte folios, se expone que “la sumisión química (SQ) consiste en la administración de sustancias químicas con efectos psicoactivos a una persona, sin su consentimiento y sin su conocimiento, con fines delictivos, con el fin de modificar su estado de consciencia, su comportamiento o anular su voluntad”.

    El protocolo, sigue la estela del documento que ha redactado el Ministerio de Salud a propósito del aumento de estos casos y la alarma social generada, busca coordinar actuaciones entre el personal de Enfermería, el de cuerpos y fuerzas de seguridad del estado y medicina forense.

Personal de Enfermería

    El texto, que incluye al personal de Enfermería en el apartado de la Conservación y Custodia de las muestras, establece que el personal de Enfermería de urgencias, encargado de la toma de muestras, almacenará en la nevera situada en la zona de Urgencias las muestras biológicas recogidas hasta su transporte conforme a la Cadena de Custodia. Además, se deberá cumplimentar, en ese momento, el FORMULARIO DE CADENA DE CUSTODIA DE MUESTRAS DE SUMISIÓN QUÍMICA (ANEXO III) en el que figura las firmas del personal médico responsable y de enfermería responsable de extracción y de supervisión.

    El departamento que dirige el conseller Miguel Mínguez detalla en el nuevo protocolo cómo se debe actuar ante estas víctimas de ‘pinchazos’ o en las que hay sospecha de que han recibido alguna sustancia química para doblegar su voluntad, aunque aporta pocas novedades sobre la forma de trabajar que los sanitarios ya tenían definida por el protocolo específico de atención integral a las víctimas de agresiones sexuales de 2019 que ya preveía los casos en los que, para agredir sexualmente a una persona, se utilizaran sustancias químicas, por lo que la forma de actuar y, sobre todo, la necesidad de recoger muestras cuanto antes formaba parte del quehacer los profesionales sanitarios.

    Se trata, por tanto, de una guía que aumenta la casuística con el apartado de sumisión química, como una forma excepcional de agresión sexual para garantizar la búsqueda de químicos a quien haya sido víctima de un pinchazo aun cuando no haya sospecha de agresión sexual.    

    Las sustancias empleadas en la sumisión química según establece Sanidad reúnen una serie de características comunes: “fáciles de obtener, sustancia sin sabor, color ni olor; administrada habitualmente vía oral, mediante una inyección subcutánea o intramuscular, y excepcionalmente de forma inhalada; activa a dosis bajas, de acción rápida y de corta duración; de acción depresora o bien estimulante del sistema nervioso central; y que suele ocasionar amnesia anterógrada, sedación, confusión, efecto alucinógeno o desinhibición”.

    Las más habituales son sobre todo el alcohol etílico y los hipnóticos benzodiacepínicos (preferibles de vida media corta) o no benzodiacepínicos (zolpidem, zopiclona). Otros destacados son el Gammahidroxibutirato (GHB), metanol, opioides, cannabinoides, ketamina, cocaína, derivados anfetamínicos, LSD, alfa-pvp, atropina, burundanga o escopolamina y disolventes.

    Entre las actuaciones ante una supuesta víctima de sumisión química se contempla la recogida de orina y sangre. La sangre debe obtenerse en las primeras 48 horas tras el presunto delito para evitar la desaparición de la sustancia tóxica, y la toma de muestra se hará sin emplear alcohol u otro volátil como desinfectante.

    “Se remitirá sangre venosa periférica en cuatro tubos de 5 ml, preferiblemente dos con fluoruro sódico como conservante y oxalato potásico como anticoagulante, (tubo tapón gris), y otros dos de sangre total anticoagulada con EDTA -ácido edético- para evitar la formación in vitro de GHB (tubo tapón lila)”, se expone.

    Se adjunta protocolo de actuación del personal sanitario ante la sospecha de sumisión química, que incluye formulario de cadena de custodia de muestras de sumisión química.

Foto: Banc Imatges Infermeres. Autores: Ariadna Creus y Ángel García

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