28/01/2008

Los enfermeros pueden ayudar a que los pacientes dejen el tabaco

Tal y como demuestran los datos aportados por una veintena de estudios clínicos, los profesionales de la enfermería tienen mucho que decir en el cese del tabaquismo. Estos trabajadores sanitarios pueden ayudar a que sus pacientes dejen de fumar, supliendo algunas de las carencias asistenciales a las que se enfrentan los adictos al pitillo.

A nivel mundial, las encuestas poblacionales muestran que a la mayor parte de los fumadores les gustaría dejar su adicción. Por este motivo, resulta tan importante exprimir todos los recursos que puedan ayudar a que estas personas, una vez tomen la decisión de embarcarse en el camino, logren llegar a la meta con éxito.

Consciente de este hecho, y de que cada año un 70% de los fumadores acude al médico en alguna ocasión, la Cochrane Library, que revisa las evidencias científicas sobre un determinado tema, ha decidido analizar el papel de los enfermeros en la promoción del cese del tabaquismo.

A pesar de la diferente naturaleza de los estudios y de los 10.000 casos analizados, los autores de esta nueva revisión, procedentes de la Facultad de Enfermería de la Wayne State University (EEUU), recalcan que el sector de la enfermería cumple una función muy importante en la promoción de este hábito saludable.

'Los resultados muestran los beneficios potenciales del asesoramiento psicológico y/o los consejos para dejar de fumar dados por los enfermeros a los pacientes', explican estos expertos, dirigidos por la profesora Virginia Hill Rice.

Estas intervenciones parece que funcionan algo mejor en las personas hospitalizadas por una enfermedad cardiovascular, muy probablemente relacionada con la adicción al pitillo. No obstante, los consejos a los pacientes que acuden a consulta, y que no están ingresados, también parecen ser eficaces.

'Los profesionales de la enfermería podrían tener 'una ventana de oportunidades' para intervenir con los sujetos en el hospital, o al menos para transmitirles que no deben reanudar el consumo de tabaco cuando sean dados de alta. Es posible que su eficacia dependa de la razón por la que han sido hospitalizados', explica la revisión.

El perfil de los profesionales y el tipo de trabajo que llevan a cabo también se debe tener en cuenta. 'Las intervenciones de enfermeros que combinan su labor dedicada al tabaquismo con otras responsabilidades son menos eficaces que las que se prolongan en el tiempo [...] y las realizan enfermeros dedicados a promocionar la salud o la rehabilitación cardiaca', aseguran Rice y su equipo.

Las características de la adicción no deben infravalorarse ya que los quemás cigarrillos consumían resultaron menos propensos a abandonar su hábito. 'Cuanto más adicto era el individuo, más difícil le resultó dejarlo', apunta el documento.

Y añade que la acción de los enfermeros siempre puede combinarse con la terapia sustitutiva de la nicotina (parches, chicles o comprimidos), ya que puede aumentar la probabilidad de éxito: 'es un elemento añadido pero no una forma de reemplazar las intervenciones de los enfermeros'.

'El reto será incorporar el control del tabaquismo y las intervenciones para lograr su cese dentro de la práctica habitual, de forma que todos los pacientes tengan la oportunidad de que se les pregunte sobre su consumo y de recibir asesoramiento psicológico y/o una serie de consejos para dejar de fumar, junto con una serie de refuerzos y de seguimiento', concluyen los expertos.

FUENTE: www.elmundo.es Notas de Prensa