07/02/2008

La prescripción enfermera. ¿Por qué molesta tanto a los médicos?

(Contenido íntegro del articulo de opinión remitido a los medios en el que el presidente del CECOVA, José Antonio Ávila, expone el posicionamientos del colectivo de Enfermería respecto a la Prescripción Médica).

La prescripción enfermera. ¿Por qué molesta tanto a los médicos?

Desde mi posición de observador privilegiado de las cuestiones profesionales que acontecen en el colectivo que represento, la Enfermería de la Comunidad Valenciana, creo que estoy en condiciones de afirmar, sin temor a equivocarme, que el debate en torno a la llamada ‘Prescripción Enfermera’ esta llamado a ser la cuestión profesional que, en menos tiempo, más ríos de tinta ha derramado, y que todavía continua, en toda la historia reciente de nuestra profesión. Ni la conversión de los estudios de ATS en Diplomados en Enfermería y ahora en Grado, ni la puesta en marcha de las consultas de Enfermería o la carrera profesional, ni tan siquiera el desarrollo de nuestras especialidades, han tenido tanta presencia en tan poco espacio de tiempo en los medios de comunicación, ni ha sido motivo del número sin fin de debates, posicionamientos, opiniones y manifiestos profesionales que esta cuestión esta suponiendo.

Tampoco ningún avance en la profesión de Enfermería, y digo avance porque la ‘Prescripción Enfermera’ lo es para el Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA), ha molestado tanto a otros profesionales del equipo de salud, tales como médicos, odontólogos y últimamente también farmacéuticos, llegando incluso a erosionar esta relación profesional, y con amenazas de trasladarse al ámbito laboral. Pero, curiosamente, tampoco ningún tema enfermero ha conseguido dividir tanto la opinión de estos colectivos reseñados, posicionándose claramente, dentro del mismo colectivo, unos en contra y otros a favor, diferencias de opinión que ha llegado también a sus sociedades científicas y organizaciones sindicales. En definitiva, estamos ante un asunto que no esta dejando indiferente a ningún sector sanitario.

Afortunadamente para todos, para la sanidad en general pero sobre todo para los ciudadanos, la ‘prescripción’ de determinados medicamentos y productos sanitarios por parte de Enfermería es una circunstancia que está camino ya de formalizarse normativamente por medio de una Orden Ministerial, actualmente en tramite de audiencia, que desarrollará la Disposición Duodécima Adicional de la Ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, conocida popularmente como Ley del Medicamento.

Hay que señalar que el origen de esta polémica se encuentra en la citada Ley al establecer en su artículo 77.1 que el médico o un odontólogo son los únicos profesionales con facultad para ordenar la prescripción de medicamentos. Por lo tanto, a partir de su publicación en julio de 2006, situó la práctica Enfermera en una situación ilegal.

El ministro de Sanidad, en diversas ocasiones y en su conferencia ‘La Enfermería del siglo XXI’, pronunciada recientemente en la Universidad de Alicante, ha sido contundente: “la norma permitirá la autorización de determinados medicamentos a las enfermeras”y “los profesionales de Enfermería podrán indicar y, en su caso, autorizar productos sanitarios”.

Lo primero que va a conseguir esta disposición va a ser salvaguardar la seguridad jurídica de muchas de las actuaciones enfermeras que se vienen realizando por este colectivo diariamente en todos los centros sanitarios, dotándolos de una herramienta que facilitará y agilizará su trabajo, así como la relación con los pacientes. Cuestión ésta muy importante si se quiere avanzar en el desarrollo de los sistemas de salud.

Y es que no hay ninguna razón lógica o evidencia científica que justifique el que las enfermeras tengan que seguir realizando parte de sus actividades cotidianas en condiciones de opacidad, impidiéndoles desarrollar sus competencias de forma íntegra, y con autonomía profesional en todos los ámbitos de la Enfermería.

La segunda consecuencia de la futura Orden Ministerial va a ser el dar a la Enfermería la posibilidad de prescribir todos aquellos materiales y productos que precise para llevar a cabo una adecuada, completa y continua prestación de cuidados al ciudadano, tras su valoración y la realización del debido diagnostico de Enfermería, que no el médico.

La ‘Prescripción Enfermera’, que tanto revuelo social y profesional esta causando, no debe entenderse como un objetivo corporativo o como un conflicto de competencias con otras profesiones sanitarias, nada más lejos de ello. Debe entenderse como un avance que implica desarrollar nuestro campo de acción propio y que va a contribuir a mejorar la eficacia de los servicios de salud, la calidad de los cuidados de Enfermería y la satisfacción del paciente.

Tampoco debe entenderse como un acto de intrusismo profesional, pues en ningún momento las enfermeras pretenden realizar diagnósticos médicos; y muchos menos podemos consentir que se viertan, sin ningún estudio científico que las avale, afirmaciones como que con la ‘Prescripción Enfermera’ aumentará el gasto farmacéutico y disminuiría la calidad asistencial, o que es un peligro para la seguridad del paciente.

Un servicio de salud en el que el paciente tenga mayor agilidad a la hora de recibir una respuesta a sus necesidades de cuidados, como es el caso de la autorización de ciertos productos sanitarios, será más eficaz; un servicio de salud en el que los ciudadanos tengan el asesoramiento y la ayuda profesional que evite la automedicación y promueva el consejo profesional, verá incrementada la calidad de sus servicios; y un servicio de salud en el que el paciente vea cubiertas sus necesidades de salud percibiendo la continuidad de cuidados conseguirá tener pacientes más satisfechos. La experiencia obtenida en otros países en este sentido así lo avala.

Ojalá que la tan esperada norma vea pronto la luz y evite que se sigua menospreciando la profesionalidad y capacidad de la Enfermería, o que se sigan vertiendo acusaciones absolutamente gratuitas y sectarias intentando generar alarma social. Pretender que las enfermeras de nuestro país no están capacitadas para usar y autorizar el uso de unos medicamentos o productos sanitarios que pueden conseguirse en cualquier farmacia incluso sin la receta de un médico es una burla.

Ojalá que las agrupaciones más retrógradas y de rancio corporativismo de médicos, que callan ante la dispensación de medicamentos y productos sanitarios en las oficinas de Farmacia por parte de los farmacéuticos o de sus mancebos, los mismo que niegan a Enfermería, cambien su discurso y acepten que la realidad asistencial existente en los centros sanitarios de todo el país, necesita de una regulación legal.

Ojalá que acabe pronto esta cansina controversia, y que esa parte del colectivo médico que se opone al avance competencial de la Enfermería entienda que nuestra labor se centra en el ámbito de los cuidados, que se apoya en el diagnóstico enfermero, que asumimos la responsabilidad derivada de nuestras decisiones clínicas y que en ningún momento pretendemos una intromisión en el ámbito de las decisiones terapéuticas propias del médico.

Y ojalá que los médicos contrarios al avance competencial de la Enfermería se lean bien el proyecto de Orden, con amplitud de miras, y se den cuenta de que las enfermeras sólo podrán autorizar, con plena autonomía, una serie de productos sanitarios que coinciden con los viene empleando en su trabajo diario. En cuanto a la autorización de medicamentos, sólo lo podrá hacer en aplicación de protocolos institucionales de elaboración conjunta, y en planes de cuidados estandarizados autorizados por las autoridades sanitarias; y, además, en el seguimiento protocolizado de los tratamientos derivados de una prescripción médica. En cuanto a los medicamentos que en la actualidad no necesitan de una orden medica para su adquisición libre en las farmacias, la Orden señala que las enfermeras los autorizarán en aplicación de protocolos normalizados para su uso racional.

La verdad es que, si me sitúo en un plano de mejora de la asistencia publica sanitaria, no alcanzo a ver la justificación de la oposición del colectivo médico a la publicación de la Orden, pero si mi posición esta en un plano económico-corporativo trasnochado, solo así la puedo entender.

El CECOVA no ha tenido nunca el propósito de generar conflicto con el colectivo médico en este tema y mucho menos aun sí puede perjudicar a quien es para nosotros el verdadero objetivo y centro del sistema: el paciente. Abogamos por el diálogo profesional que tenga por objetivo establecer un consenso entre las partes implicadas, que sirva para delimitar competencias y esclarecer responsabilidades; pero nos opondremos a situaciones que supongan riesgo e indefensión para los profesionales de Enfermería.

José Antonio Ávila

Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana

Presidente

Notas de Prensa