El CECOVA destaca el “trabajo preventivo” de Enfermería en la prevención y lucha contra tabaquismo para “reducir la incidencia de EPOC” y recuerda que “es un factor de riesgo ante la gripe A”
El Consejo de Enfermería de la Comunitat Valenciana (CECOVA) y los colegios de Enfermería de Castellón, Valencia y Alicante destacaron, con motivo de la celebración hoy del Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), “el trabajo de prevención y promoción de la salud de los profesionales de Enfermería en la lucha contra esta enfermedad provocada por la inhalación del humo del tabaco ya que las enfermeras son las encargadas de poner en práctica medidas contra del tabaquismo mediante la celebración de talleres de deshabituación tabáquica y la prevención del tabaquismo en la adolescencia a través de las enfermeras escolares”.
El CECOVA recordó que en la Comunitat Valenciana se estima que el 9% de la población entre 40 y 60 años padece esta alteración pulmonar obstructiva crónica, lo que equivaldría aproximadamente a un total de 115.000 personas y es una de las mayores causas de incapacidad laboral y de mortalidad. Sin embargo, esta cifra puede aumentar cuando se supera este tramo de edad. Cabe recordar que en la Comunitat aproximadamente la cuarta parte de la población mayor 16 años es fumadora y el 38% de los no fumadores están expuestos al humo del tabaco.
Diagnóstico de la enfermedad
Era una enfermedad predominante en los varones, pero el aumento del hábito de fumar en las mujeres conlleva que estos índices se igualen entre ambos sexos. Los síntomas más destacados son el ahogo al realizar una actividad (disnea), por pequeña que ésta sea. La espirometría es clave para el diagnóstico de la enfermedad, aunque el mejor tratamiento de la misma “es que aquel que fuma deje de hacerlo, porque estos limita la progresión de la dolencia”. La administración de fármacos en los enfermos depende del grado de afectación, aunque existen broncodilatadores y antiinflamatrios que alivian los síntomas y mejoran la calidad de vida de los afectados.
Aunque muchos de los pacientes afectados por la EPOC consiguen controlar la evolución de la enfermedad gracias a un diagnóstico y tratamiento adecuados, otros evolucionan de tal manera que la enfermedad deriva en una insuficiencia respiratoria u otras complicaciones. Sólo el 8,6% de los españoles sabe qué es la EPOC, y sólo el 22% de los pacientes que padecen esta enfermedad está diagnosticado. Cerca de 1,5 millones de españoles de más de 45 años de edad tienen esta enfermedad.
Los principales factores de riesgo son el tabaquismo, la contaminación del aire, tanto en espacios cerrados como en el exterior, y la inhalación de partículas de polvo y sustancias químicas en el lugar de trabajo. El tabaquismo es la principal causa de la EPOC, ya que alrededor de un 95% de los enfermos afectados son fumadores. Por ello, la principal medida para prevenir y tratar la EPOC es el abandono del hábito tabáquico. En este punto, el presidente del CECOVA, José Antonio Ávila, recordó que “los profesionales de Enfermería desarrollan un papel muy destacado en la realización de cursos de deshabituación tabáquica y, en el ámbito educativo, son las enfermeras escolares las encargadas de prevenir el tabaquismo y difundir hábitos saludables”.
Otro de los objetivos de los profesionales de Enfermería es la educación sanitaria. En ese sentido, la labor de los enfermeros también es clave ya que, según explicó José Antonio Ávila, “no solamente auscultan a los pacientes y les miden los niveles de glucosa para comprobar que los corticoides no les afectan, sino que observan cómo hacen la terapia inhalada, que requiere una técnica específica y en ocasiones no lo hacen correctamente, por lo que no es efectiva”.
La EPOC es una alteración pulmonar obstructiva, es decir, los bronquios se cierran por una obstrucción del flujo aéreo, es escasamente reversible con broncodilatadores y cursa con una inflamación de la mucosa bronquial. La causa más conocida de la EPOC es el tabaco, o mejor dicho la inhalación del humo de tabaco, que provoca lesiones en diferentes niveles del árbol bronquial.