12/09/2022


Educación opta echar a una enfermera escolar de un colegio e indemnizarla a pesar de una sentencia de despido improcedente

Educación opta echar a una enfermera escolar de un colegio e indemnizarla a pesar de una sentencia de despido improcedente

A pesar de que podría haber optado por el reingreso en el centro de la enfermera, Educación parece que no está dispuesta a generar ningún precedente para mantener esta profesión clave de la comunidad educativa.

Desde el Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana, CECOVA, integrado por los colegios de Enfermería provinciales de Valencia, Alicante y Castellón y que aglutina a más de 30.000 enfermeras y enfermeros, se ha optado por hacer pública esta decisión de la Generalitat Valenciana, aprovechando el inicio de curso escolar, para cuestionar la decisión errónea de la Conselleria de Educación de optar por el despido de la profesional de Enfermería del Colegio Cavite-Isla del Hierro con el único objetivo de cerrar la puerta a cualquier intento de asumir a las enfermeras escolares en los centros educativos.

En el texto legal se le quita la razón a Educación, al revocar la sentencia inicial y “estimando la demanda, declaramos la improcedencia del despido de la actora y condenamos a la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte (colegio Cavite-Isla de Hierro) a que, a su opción, que habrá de ejercitar en el plazo de cinco días, la readmita en las mismas condiciones laborales anteriores con abono de los salarios devengados desde la fecha del despido hasta la notificación de la presente resolución”, según expone en el texto legal.

    La Conselleria de Educación ha demostrado con su actitud que rechaza cualquier vía para instaurar la figura de la enfermera escolar, evidenciando un desprecio absoluto hacia la Enfermería. Educación parece que no está dispuesta a generar ningún precedente para mantener esta profesión clave de la comunidad educativa. Así demuestra el hecho de que, pese a recibir una sentencia condenatoria por despido improcedente de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, ha decidido echar a una enfermera escolar de un centro educativo de la ciudad de Valencia, prefiriendo costear la indemnización que ha fijado un juez, antes que readmitirla para que siguiera realizando sus funciones.

    Ante esta desconsideración, desde el Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana, CECOVA, constituido por los colegios de Enfermería provinciales de Valencia, Alicante y Castellón y que aglutina a más de 30.000 enfermeras y enfermeros, se ha optado por hacer pública esta decisión de la Generalitat Valenciana, aprovechando el inicio de curso escolar. El CECOVA y los colegio de Enfermería de Valencia, Alicante y Castellón consideran un insulto para la profesión la decisión errónea de la Conselleria de Educación de optar por el despido de la profesional de Enfermería del Colegio Cavite-Isla del Hierro con el único objetivo de cerrar la puerta a cualquier intento de asumir a las enfermeras escolares en los centros educativos.

    Desde el CECOVA siempre se le ha informado e instado a los sucesivos responsables de Educación para que asumieran a las enfermeras escolares por sus funciones cruciales en la prevención, atención de la salud y la detección precoz. La ‘enfermera escolar’ no sólo interviene únicamente ante accidentes, sino que realiza otras prestaciones sanitarias, como el diagnóstico enfermero, el triaje temprano de posibles enfermedades o suministrar medicamentos con seguridad a cualquier niño que lo requiera durante las horas lectivas.

    Sin embargo, Educación ha decidido hacer oídos sordos tanto al Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana, como al resto de entidades (educativas y sanitarias) nacionales e internacionales, escogiendo la opción que más perjudica a la sociedad. No obstante, la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana ha estimado el recurso de suplicación interpuesto de la enfermera escolar, contra la sentencia dictada por el Juzgado de lo Social 11 de Valencia, de fecha 23 de diciembre de 2020.

    En el texto legal se le quita la razón a Educación, al revocar la sentencia inicial y “estimando la demanda, declaramos la improcedencia del despido de la actora y condenamos a la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte (colegio Cavite-Isla de Hierro) a que, a su opción, que habrá de ejercitar en el plazo de cinco días, la readmita en las mismas condiciones laborales anteriores con abono de los salarios devengados desde la fecha del despido hasta la notificación de la presente resolución”, según expone en el texto legal.

    La sentencia cita además: “No cabe duda de que la prestación de servicios de la actora para el Colegio Covite-Isla de Hierro constituye relación laboral y el cese de dicha prestación que fue comunicado a la actora por la directora del centro educativo, constituye un despido improcedente, habida cuenta que el contrato de trabajo existente entre la demandante y la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte es de carácter indefinido como se desprende de propia duración indefinida del convenio de colaboración en el que se inscribía la prestación de servicios de la demandante, de modo que la rescisión de dicho convenio no basta para justificar la extinción de la relación laboral existente entre la actora y la Conselleria de Educación que ha de responder de las consecuencias legales derivadas del despido improcedente de la actora establecidas en el art. 56 de la Ley del Estatuto de los Trabajadores, con la consiguiente estimación del recurso y la revocación de la sentencia de instancia”.

    El presidente del CECOVA, Juan José Tirado, lamenta la poca sensibilidad que ha demostrado la Conselleria de Educación con el colectivo de Enfermería y recuerda que “seguiremos luchando para instaurar la figura de la enfermera escolar como pieza fundamental del engranaje educativo”.

    El servicio de enfermería escolar “logra además reducir el absentismo escolar (que desemboca en abandono educativo), también previene situaciones de acoso o bullying y detecta y evita casos de maltrato infantil”, según confirma el presidente del Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana.

    “Las enfermeras escolares han permitido corregir síntomas de maltrato infantil por parte de padres y madres hacia sus hijos al dar la voz de alarma. Detectan niños con tristeza y con signos de que han sufrido agresiones verbales o físicas. Estos casos son analizados por la enfermera y puestos en conocimiento de los servicios sociales de atención de la infancia”, concreta el presidente del CECOVA.

    Según Tirado, “se ha comprobado que los colegios con enfermera escolar elevan la media de los resultados académicos, no solo de alumnos con problemas crónicos de salud que pueden afectar a su aprendizaje u obligar a frecuentes ausencias, sino que como resultado de su tarea de prevención y promoción de hábitos saludables tendremos alumnos con menos enfermedades (recordemos que las adicciones lo son), factores determinantes y condicionantes incluso del fracaso y abandono escolar”.

    Las enfermeras escolares se ocupan de los crecientes problemas de salud mental, emocional, social, espiritual, medioambiental y física. Y, por otro lado, facilitan con medios y contenidos o talleres propios, adaptados a cada centro, la consecución de objetivos claros, evaluables, medibles y un plan a largo plazo. A su vez, su conocimiento del entorno, la realidad personal real de alumnos, familias y personal del centro durante toda su vida escolar con las que se desarrollan vínculos muy estrechos y su especial enfoque sanitario, la posicionan como una pieza clave.

    Se trata de profesionales que coordinan “contenidos y estratégicas colaboraciones con otros especialistas abordando temas esenciales relacionados con trastornos como en la nutrición, las enfermedades, el acoso escolar, la prevención de drogodependencias, mindfulness, higiene del sueño, revisiones de la vista, etc.”, según el presidente del CECOVA, quien recuerda que constituyen un elemento determinante para cualquier colegio promotor de la salud. La enfermera escolar ejerce un papel bisagra entre salud y educación, y puede y debe ser parte del Comité Escolar responsable de la salud, bienestar y promoción de la salud. Adaptan los Planes de Emergencia a cada realidad. Cada centro debe disponer de estos planes, pero rara vez se incorporan en éstos las necesidades concretas de algunos alumnos que pueden requerir de un protocolo específico, una coordinación concreta entre el personal escolar e incluso compañeros del alumno.

    La enfermera escolar ofrece, a la par, continuidad y soporte a los Planes de Cuidado personales. Gestiona con seguridad las necesidades de controles o medicaciones rutinarias o de rescate de los casos de enfermedades crónicas como puede ser la diabetes, asma, alergias, epilepsia, entre otros, así como permitir la vuelta al cole rápida y segura de alumnos que han sufrido algún tipo de intervención u hospitalización.

    Como profesional de los cuidados mantiene su vocación de educar a alumnos, docentes y familias en autocuidados, prevención y en hábitos saludables. Por ejemplo, mientras supervisa la correcta colocación de insulina a un niño diabético, puede reforzar sus conocimientos y darle consejos sobre cómo cuidar su alimentación y correcto descanso. “El hecho enseñar a todos sobre qué son algunas enfermedades, como adicciones, TCA, u otras invisibles como por ejemplo las muchas que tienen su base en problemas neurológicos, hará que los alumnos sean más empáticos y no estigmaticen a sus iguales, lo que reduce por el ejemplo el bullying que suelen sufrir estos”, insiste Juan José Tirado.

    Entre otras funciones de la enfermera escolar se halla la valoración correcta de los casos y emergencias con criterio sanitario en caso de que se presente una emergencia, pero también si una simple herida, traumatismo leve, dolor de cabeza, estómago, mareo o reacción cutánea, pueda no ser ni tan leve como parece, ni tan grave como aparenta.

    Desde el punto de vista económico genera ahorros directos e indirectos al centro escolar, ya que además de reducir el estrés y carga a profesores y personal no sanitario, permitiendo un mejor desarrollo de sus competencias educativas, también puede atender pequeños accidentes de este personal lo que evita ausencias y el consiguiente coste. Otra contención del gasto se aprecia en la reducción de la tarifa del seguro escolar (atenuación de la siniestralidad y los casos derivables a centros de salud o emergencias), y otros asociados a prevención y cumplimiento normativo o adaptación de protocolos sanitarios.

Foto: Fachada del Colegio Cavite-Isla del Hierro de la ciudad de Valencia (Fuente: GVA)

Notas de Prensa