28/02/2022


El Colegio de Enfermería de Valencia advierte de la alarmante falta de enfermeras para las residencias de mayores por las pésimas condiciones laborales

El Colegio de Enfermería de Valencia advierte de la alarmante falta de enfermeras para las residencias de mayores por las pésimas condiciones laborales

El problema esencial es que las enfermeras de residencias, paradójicamente, carecen de la consideración de personal sanitario porque no pertenecen a la Conselleria de Sanidad, están adscritas a la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas.

Si se tiene en cuenta que trabajan de media una noche a la semana, al final del año han trabajado 130 horas más de jornada anual que las enfermeras de Sanidad.

El salario de las enfermeras de los centros de atención de mayores dependientes es inferior y deben asumir nocturnidad, turnicidad, de festivos y de festivos especiales.

    El Colegio de Enfermería de Valencia alerta de la situación insostenible que sufren las enfermeras que presentan servicio en las residencias públicas de personas mayores dependientes. La presión asistencial ha empeorado durante los últimos años sin que se tomen medidas necesarias para solucionar la falta crónica de personal, pese a las constantes reclamaciones que se llevan haciendo desde el sector sociosanitario de Enfermería.
 
    El Colegio de Enfermería de Valencia ha constatado con enfermeras/os de estos centros de mayores dependientes que cada vez resulta más difícil encontrar personal para las residencias porque son muy pocos las/os profesionales que están dispuestas/os a trabajar en los centros dependientes de la Conselleria de igualdad y políticas inclusivas antes Bienestar Social por las pésimas condiciones laborales.

    Aunque el problema esencial es que las enfermeras de residencias, paradójicamente, carecen de la consideración de personal sanitario porque no pertenecen a la Conselleria de Sanidad. Estas enfermeras están adscritas a la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas. Una circunstancia que supone peores condiciones laborales en aspectos profesionales, remuneración económica, formación, reconocimiento, desarrollo o movilidad.

    Un extremo que provoca que el salario de las enfermeras de los centros de atención de mayores dependientes sea inferior y deban asumir nocturnidad, turnicidad, festivos y de festivos especiales con una compensación exigua. Si se compara el sueldo base y complementos de una enfermera de un centro de salud con el de una enfermera de una residencia es hasta 300 € mensuales menos para las profesionales de los centros sociosanitarios. La turnicidad supone 45 € mensuales menos, un domingo o festivo en un turno de 8 horas son 80 € menos, un festivo especial son 200 € menos, por turnos de 8 horas.

    Las horas trabajadas de las enfermeras de residencia tampoco se valoran igual: El ejemplo es que mientras una hora nocturna en Sanidad se contabiliza como 1,25 horas a efectos de jornada laboral anual, a las enfermeras dependientes de Igualdad les cuentan las horas de las noches igual que las horas de día. Si se tiene en cuenta que trabajan de media una noche a la semana, al final del año han trabajado 130 horas más de jornada anual que las enfermeras de Sanidad.

    Todos estos agravios profesionales se producen porque la Conselleria de Igualdad ofrece unas condiciones de contratación diferentes a las de Sanidad, con menor flexibilidad y mayor burocracia. Un ejemplo se halla en la dificultad para sustituir días sueltos de asuntos propios, ingresos familiares, etcétera. De ahí que una gran parte de las jornadas laborales se realicen con servicios mínimos, con el desgaste físico y mental que conlleva. Según el perfil profesional, a veces tardan varios meses, incluso un año o más en contratar a alguien. Además, hay que añadir la burocracia de la Conselleria de Igualdad que genera que, en muchas ocasiones, los sustitutos tarden hasta 3 meses en empezar a cobrar su sueldo.

    Por otra parte, las enfermeras en los centros de mayores dependientes deben asumir un nivel de responsabilidad muy superior al que se tiene en cualquier centro sanitario. En la mayoría de los casos, por las tardes, noches y fines de semana, las enfermeras asumen la función de máximas responsables de la residencia, no únicamente de la salud de los residentes, sino de resolver cualquier tipo de incidencia: Desde la gestión de personal, hasta evacuar la residencia en caso de necesidad. Está responsabilidad ni está reconocida ni se compensa económicamente ni de cualquier otra forma.

    Por todo lo anterior, unido a la presión asistencial que se ha agravado por la pandemia y la carga laboral de Enfermería que ha aumentado exponencialmente, varias profesionales de Enfermería de residencias, incluso con plaza fija, han confesado al Colegio de Enfermería de Valencia que, de forma sistemática, se plantean abandonar su sector e irse a trabajar a Sanidad.

Notas de Prensa