El CECOVA recuerda que las estancias mal ventiladas suponen un gran riesgo para la transmisión del Covid-19
El Ministerio de Sanidad advierte de que es habitual el contagio por respirar la ‘nube’ de micropartículas que deja una persona infectada al exhalar aire en un recinto cerrado sin ventilación.
La expansión del virus SARS-Cov-2, hace ahora un año, trajo consigo momentos de incertidumbre y desconocimiento que hizo que todo el sistema sanitario y la vida del mundo en general tuviera que reestructurarse enormemente para hacer frente a la expansión. Una crisis sanitaria de la que la sociedad ha ido aprendiendo día tras día y sigue haciéndolo en estos momentos. Mascarilla, distancia social y una buena higiene de manos son las tres premisas fundamentales para frenar la propagación del SARS-CoV-2, pero existe una medida igual o más importante que el tiempo y la evidencia científica han ido poniendo cada vez más en valor, la ventilación.
Según las últimas evidencias científicas, reconocidas por las autoridades sanitarias y otras en las que ha profundizado el libro blanco “La transmisión del SARS-CoV-2 en aerosol y mecanismos de protección”, realizado por el Instituto Español de Investigación Enfermera junto al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), el virus se transmite mediante aerosoles que contienen virus viables generados por la persona infectada, especialmente en espacios cerrados y mal ventilados. El propio Ministerio de Sanidad advierte de que es habitual el contagio por respirar la ‘nube’ de micropartículas que deja una persona infectada al exhalar aire en un recinto cerrado sin ventilación.
Este último punto pone de manifiesto una realidad que la población debe conocer para poner solución. Esta investigación realizada por el Consejo General de Enfermería puntualiza que la ventilación es primordial para evitar la expansión del virus. Debemos conocer cómo se realiza de manera correcta y llevarla a cabo, sobre todo en momentos en los que hay un mayor número de personas o van a permanecer bastante tiempo en un mismo sitio.
Como todos los virus, necesitan de un organismo huésped para poder replicarse. Los coronavirus tienen su reservorio en animales, estando aún por determinar cómo el SARS-CoV-2 pudo producir su salto a la especie humana. La infección causada por este virus es la llamada COVID-19. Debido a su corta edad, es poca la información que se tiene respecto a sus mecanismos de transmisión, descubriéndose nueva información prácticamente a diario.
El mecanismo de transmisión humano-humano se considera similar al descrito para otros coronavirus, esto es, a través de secreciones de personas infectadas que entran en contacto con otras situadas en sus cercanías, hasta unos 2 metros de distancia. El virus puede encontrarse en gotas respiratorias y las manos o fómites contaminados con dichas secreciones, que pueden acceder al organismo a través del contacto con mucosas de la boca, nariz u ojos.
Con el objetivo de dar a conocer todas las pautas y mecanismos para que las estancias estén bien ventiladas, las enfermeras recomiendan la apertura de ventanas el mayor tiempo posible, incluso en edificios con ventilación mecánica.
Asimismo, recuerdan la necesidad de controlar la ocupación del lugar y aumentar la ventilación según las dimensiones del espacio, el uso que se realice y el aforo. Se ha comprobado que una buena ventilación puede reducir enormemente la transmisión de estas partículas en su forma de aerosol.
Tan importante es aumentar la ventilación y reducir la ocupación de los espacios cerrados cómo mantener el sistema de ventilación en condiciones óptimas. Aumentar la ventilación natural, integrar sistemas de filtración HEPA, mantener los sistemas operando de manera continua, y valorar la necesidad de incorporar otros sistemas o tecnologías en aquellos sitios que no cuenten con sistemas de ventilación adecuados.
No debemos olvidar que estas partículas del virus pueden permanecer en suspensión durante horas en ambientes cerrados y mal ventilados. Además, se deben controlar aspectos como el CO2, que debe ser menor o igual a 500 partes por millón y nunca superior a 800-1000; la temperatura ambiente debe estar entre 20º y 26º, y la humedad relativa entre el 30% y el 70%, según destaca el estudio del Consejo General de Enfermería.
Además, y muy importante, desde el CGE se apunta que la distancia de dos metros puede ser insuficiente en lugares mal ventilados, por lo que habría que adoptar otras medidas para reducir el riesgo. Se advierte también de la necesidad de que la instalación y el mantenimiento de los equipos que se utilicen para la renovación y sistemas de purificación del aire sean manejados por especialistas y de acuerdo con las medidas de seguridad establecidas en los protocolos de cada empresa y según las directrices del Ministerio competente.
Notas de Prensa