Bajar rápido el azúcar es peligroso
La decisión de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos de suspender un estudio en el que se trataba agresivamente a diabéticos con riesgo cardiovascular para que rebajaran el nivel de azúcar en la sangre hasta cifras parecidas a las de la población no diabética ha dejado perpleja a la comunidad médica.
El anuncio del NIH, hecho público el pasado miércoles tras observar un aumento de la mortalidad en este grupo, ha dado al traste con la hipótesis que se venía creyendo desde hace décadas: la de que si una persona diabética reduce el nivel de azúcar en la sangre hasta niveles normales, también disminuye el riesgo de morir de una enfermedad cardiaca.Pese a los muchos indicios de que eso era así, no se había realizado ninguna investigación para comprobarlo. El estudio del NIH incluyó a 10.000 personas de una media de 62 años que padecían diabetes del tipo 2 o del adulto, y que tenían un mayor riesgo cardiovascular, para ver si tratando de manera agresiva los niveles de azúcar se podía disminuir este riesgo. Se dividió a estas personas en dos grupos, a uno se le administró un tratamiento estándar y al otro, uno más agresivo para lograr reducir rápidamente sus niveles de glucosa en la sangre.
Tras un seguimiento de cuatro años, los investigadores se dieron cuenta de que en el grupo que estaba recibiendo un tratamiento más intenso se habían producido un 20% más de muertes. Esto hizo saltar todas las alarmas y llevó al NIH a anunciar la suspensión de esta parte del estudio. La investigación, sin embargo, sigue adelante y a partir de ahora todos los participantes recibirán el tratamiento convencional. Además, este trabajo también incluye otras dos variantes que estudian las diferencias entre la intensidad de tratamientos para controlar el colesterol y la hipertensión.
"Actualmente hay muy pocos pacientes con un riesgo cardiovascular tan alto que sean tratados para reducir el nivel de azúcar en sangre de manera tan drástica", señaló Judith Fradkin, directora de la División de Diabetes, Endocrinología y Enfermedades Metabólicas del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales. "Las personas diabéticas no deben cambiar su tratamiento sin consultarlo con su médico", advirtió Fradkin.
FUENTE: www.elpais.es Notas de Prensa