A raíz de la declaración de pandemia universal dada por la OMS el 11 de marzo de 2020, los sanitarios que trabajan en el sistema sanitario público y privado autonómico, lo están haciendo en condiciones de penalidad, toxicidad y peligrosidad al enfrentarse al COVID 19 y sus consecuencias.

    Esta actuación profesional ejemplar que están realizando está suponiendo un riesgo para su salud e integridad física y moral, actuando en muchas ocasiones sin los equipos de protección individual que son obligatorios por la normativa laboral y de prevención de riesgos laborales. Además del riesgo que su actuación implica por sí misma, les está generando un alto nivel de estrés por la falta de descanso, turnos doblados, presentación al trabajo sin un test de contraste a pesar ser grupo de riesgo.

    El sobresfuerzo y una sobreexposición a factores de riesgo de contagio bien merece que, una vez pasada le situación de emergencia sanitaria, se estudien una serie de medidas que vengan a compensar el trabajo realizado en estas duras y excepcionales condiciones.

    Hay que recordar que se trata de una infección vírica extraordinariamente contagiosa, que produce una grave situación de riesgo para la salud laboral y la vida de los profesionales sanitarios en su desempeño. Basta tener en cuenta que mas del 20% de las personas contagiadas son del ámbito sanitario. Ningún país de la Unión Europea esta teniendo este elevado porcentaje. .

    El cada vez mayor número de profesionales sanitarios contagiados o en aislamiento obliga al resto de sus compañeros y compañeras a prolongar su jornada, doblando turnos, y a tener menos periodos de descanso, a lo que se añade el tremendo desgaste psíquico y emocional que sufren motivado por el continuo estrés, ansiedad y contacto permanente con el dolor, el sufrimiento y, con demasiada frecuencia, la muerte.

    Desde el CECOVA se está de acuerdo con las diferentes medidas compensatorias o mecanismos de compensación en materia retributiva y laboral para los profesionales, que han sido propuestas desde el mundo sindical, político, asociativo y profesional. Unas medidas que pueden venir aisladas o en conjunto, siendo algunas de ellas el establecimiento de un plus de peligrosidad consolidable y la consideración de enfermedad profesional para los contagios de profesionales sanitarios en su lugar de trabajo.

    También, el establecimiento de una política retributiva dirigida a compensar el trabajo encomiable realizado y a reactivar a los profesionales sanitarios. En este sentido, hay que señalar un complemento que compense el abono de guardias pérdidas, festivos y excesos de jornadas, así como prorrateos retributivos durante las bajas por el COVID-19, guardias, noches etc.

    Así mismo, también se comparte la idea de una compensación económica mensual adicional equivalente al Complemento de Destino que se tenga asignado por categoría profesional, al menos en referencia a los meses comprendidos entre el 1 de marzo y el 30 de junio de 2020, beneficiándose de este complemento, el cual debería ser neto y libre de impuestos, también el personal eventual.  

    Del mismo modo, también podría ser una cuantía económica fija, como se ha establecido en otros países bajo la denominación de “Bonus Covid-19”, y que en España se ha denominado “Plus COVID”, es decir, un plus salarial o bien una paga extra.

    Saliendo del terreno económico, se pueden señalar la propuesta de ocho días de descanso adicional a disfrutar hasta marzo del año próximo, y que tendrán la consideración de jornada efectivamente trabajada y retribuida, acompañado esto de la continuidad de contratación del personal de sustitución que ha prestado sus servicios durante la duración de ese estado de alarma.

    Para el personal fijo -estatutario, funcionario o laboral-, se ha pedido que cada mes trabajado en el periodo mencionado compute como puntuación doble en concursos de traslados y movilidad interna.

    Además, para el personal interino y eventual, por cada uno de estos meses trabajados, se reclama una mayor puntuación, que podría ser doble, a tener en cuenta en bolsas de contratación y concursos-oposición.

    Por último, se señala que estas posibles compensaciones no economicas, dada las condiciones  decretadas en el estado de alarma, no solo deberían aplicarse a los profesionales de la sanidad publica, hospitales, Atención Primaria y residencias sociosanitarias, también deberían contemplarse a los profesionales que hayan desarrollado su trabajo con pacientes COVID-19 en la sanidad privada.
Del mismo modo, los residentes de las especialidades en Ciencias de la Salud se deben beneficiar de las mismas medidas compensatorias que los profesionales de su misma categoría o profesión.

    Todas estas formas de compensación se han solicitado tanto a las autoridades sanitarias, como también a los distintos partidos políticos para que insten al Gobierno y a las comunidades autónomas a que, una vez finalice el actual periodo de alerta sanitaria, pongan en valor el compromiso y esfuerzo demostrado por todo el personal del Sistema Nacional de Salud desde el inicio de la pandemia. Deben materializar, de forma justa y razonable, las reiteradas declaraciones de apoyo y reconocimiento a la importantísima labor de los profesionales sanitarios.

    En cualquier caso, todas las partes demandantes de compensaciones para los sanitarios están receptivas a cualquier otra medida que se quiera implementar en reconocimiento del esfuerzo que continúan realizando los sanitarios, exponiéndose más allá de lo exigible para hacer frente a la pandemia.