Su presidente, Juan José Tirado: “Los promotores municipales evidenciaron un absoluto desprecio a la situación de crisis de salud pública que se vive por la pandemia y a las enfermeras, en contra de todas las recomendaciones sanitarias”

Cuestiona la imagen de irracionalidad de los padres y madres que llevaron a sus hijos a un lugar hacinado y sin mantener la distancia de seguridad contra la Covid-19 cuando los hospitales están saturados

El CECOVA se desvincula de cualquier tinte político y sólo centra sus críticas en la desconsideración exhibida por los impulsores del desfile quienes “engendraron un insulto directo hacia los profesionales de la salud”

    El Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA) muestra su más rotunda repulsa ante la evidente irresponsabilidad mostrada por los organizadores de la Cabalgata de Reyes cuyos actos congregaron a cientos de personas en la céntrica plaza del Ayuntamiento de Valencia.

    Los promotores municipales evidenciaron un absoluto desprecio a la situación de crisis de salud pública que se vive por la pandemia y, en contra de todas las recomendaciones sanitarias, permitieron que familias enteras formaran una aglomeración de gentío en la que se incumplieron todas las normas sanitarias fomentando la proliferación de los contagios de coronavirus.

    “Una falta de respeto hacia las enfermeras que están saturadas en los hospitales realizando un sobresfuerzo para poder atender a todas los pacientes que, cada día, se debaten entre la vida y la muerte en las Unidades de Cuidados Intensivos”, según el presidente del CECOVA, Juan José Tirado, quien recuerda que la Cabalgata fue un despropósito porque además se celebró horas después de que el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, anunciase junto a la consellera de Sanidad, Ana Barceló, el endurecimiento de las restricciones sociales.     

    El CECOVA se desvincula de cualquier tinte político y sólo centra sus críticas en la desconsideración exhibida por los impulsores del desfile quienes “engendraron un insulto directo hacia los profesionales de la salud que llevan semanas pidiendo auxilio porque las plantas están completamente congestionadas y las/os profesionales se encuentran agotadas/os y no podrán atender de forma adecuada a más personas si siguen llegando pacientes Covid-19”, reprocha Tirado.

    Una insensatez que puede resultar catastrófica porque los festejos se realizaron el mismo día, durante la víspera de Reyes, en el que la Comunidad Valenciana batió su macabro record de contagios y fallecidos por la Covid-19 desde que se inició la pandemia en marzo de 2020: con 3.930 positivos y 85 muertos. “Y después de que el Consell acabara de confinar a casi 350.000 personas en 29 municipios, el toque de queda se adelanta a las diez de la noche y la hostelería se viera obligada a cerrar a las 17 horas. De ahí que la Cabalgata fuera una ocurrencia descabellada”, critica Juan José Tirado.

    También se cuestiona desde el CECOVA la imagen de irracionalidad de los padres y madres que llevaron a sus hijos a un lugar hacinado y sin mantener la distancia de seguridad contra la Covid-19. De igual modo confirma su rechazo ante cualquier justificación que se esgrima desde el Consistorio valenciano porque “ante la evidente multitud de personas que reflejan los vídeos y fotografías que aparecen en los medios de comunicación debería haber disuelto la Cabalgata”, insiste el presidente del CECOVA.

    El CECOVA, no obstante, convocará con la máxima urgencia su Pleno para estudiar la interposición de acciones penales contra las personas u organismos responsables de la Autorización de la cabalgata de reyes magos 2021 en la ciudad de Valencia. La celebración de la cabalgata se ha producido en un momento en el que el Consell acababa de establecer limitaciones y restricciones de movilidad, de aforo y de reunión por razones de salud púbica. La autorización de la Cabalgata ha supuesto un riesgo para la población y ciudadanía y, principalmente, para los sanitarios valencianos que recibirán a los posibles contagiados por la celebración de la Cabalgata. La decisión adoptada en este momento de facilitar y promover grandes concentraciones de personas va contra el interés público, contra las decisiones del Consell y ponen en riesgo la salud y el sistema sanitario, lo que podría ser constitutivo de delitos contra la salud pública y prevaricación.