Los escasos avances conseguidos tienen muchos matices que les convierten en satisfacciones a medias.

    A punto de cerrar el ejercicio anual de 2017 y de afrontar el de 2018 la profesión de Enfermería de la Comunidad Valenciana hace balance de los últimos doce meses y avanza sus deseos para el nuevo año. Un año 2017 en el que a tímidos avances profesionales con muchos matices hay que añadir una larga lista de agravios por parte de la Administración que dejan a la profesión muy mal parada.

    De entre los avances podemos citar la PNL que vino a satisfacer una vieja reivindicación del CECOVA para dejar sin efecto las funciones que el Estatuto de personal sanitario no facultativo de las instituciones sanitarias de la Seguridad Social, aprobado por Orden 26 Abril de 1973, atribuye a las enfermeras. Junto a ello, encontramos el anuncio de la creación de plazas de Salud Mental para enfermeras en el sistema sanitario autonómico, antigua reivindicación también del CECOVA, aunque vino acompañada de la necesidad de la retirada de las plazas para este ámbito convocadas en el concurso de traslados, algo que de no ser así va a servir de muy poco. También vimos con satisfacción cómo la Justicia dio la razón a las enfermeras del Clínico, una de ellas embarazada, que se negaron a preparar una medicación peligrosa por no disponer de las adecuadas medidas de seguridad; una razón que no debía haber llegado vía judicial, sino a través de la sensibilidad de nuestros dirigentes, circunstancia que no se produjo. Y podemos mostrarnos satisfechos también por el hecho de que las OPEs convocadas vengan a reducir la temporalidad, si bien no sirven para crear nuevas plazas en nuestro sistema sanitario que mejore la ratio de enfermera por cada 100.000 habitantes.

    En 2017 desde el CECOVA hemos trabajado en estas cuestiones y lo hemos hecho también para que los técnicos sanitarios de FP no asuman competencias de las enfermeras y hemos logrado importantes victorias judiciales con respecto a estas pretensiones. Hemos reivindicado que las farmacias dejen de asumir tareas propias de las enfermeras y que se tenga en cuenta la figura de la enfermera escolar para evitar que el empeño de las consellerias de Sanidad y Educación de hacer que los maestros ejerzan de sanitarios ponga en peligro la salud de nuestros escolares.

    A pesar de ello queremos mostrarnos esperanzados para que el año 2018 traiga ideas frescas a nuestros gobernantes y dejen de lado el ninguneo que profesan hacia nuestra profesión, el colectivo más numeroso de la sanidad autonómica. Confiamos en que se amplíen las plantillas de Enfermería, que se creen plazas para las especialidades de la profesión que aún no cuentan con ellas, que se dé a las enfermeras el protagonismo que merecen en el ámbito de la dependencia y que desde la Administración deje de potenciarse a otros colectivos sanitarios en detrimento de las enfermeras.

    Especial apartado merece también en nuestra lista de deseos el que por fin se publique (está aprobada desde hace seis meses) la normativa que haga que se pueda poner en marcha la Academia de Enfermería de la Comunidad Valenciana,

    Un año, el 2018 en el que el CECOVA no va a cesar en su empeño de ofrecer a las enfermeras de la Comunidad Valenciana novedosas iniciativas como el I Congreso Nacional de Enfermería y Vacunas que se celebrará en Elche en mayo y año también en el que se volverán a poner a su alcance las mejores herramientas para facilitar su labor investigadora.

    Esperemos que en estas entrañables épocas en las que se expresan los mejores deseos de todos nuestras peticiones sean tenidas en cuenta y que 2018 sea un feliz año para nosotros también.